¿Te imaginas vivir sin una empresa de mensajería en Barcelona? Pues no hace tanto tiempo no existía. De hecho, los productos tardaban meses en llegar. Y es que el comercio, aunque era útil e indispensable, tardó siglos en desarrollarse.

Cuentan los historiadores que el envío de mensajes se inició con la invención de la escritura. Fue el momento en el que el conocimiento fue transmitiéndose de generación en generación. De este modo, el servicio que ofrece cualquier empresa de mensajería en Barcelona pudo convertirse en el servicio que es hoy en día.

Los primeros correos postales datan de alrededor del año 2400 a.C., en tiempos de la Antigua Mesopotamia. Parece ser que los faraones enviaban mensajeros por todas sus tierras para que divulgasen los decretos reales. ¡Seguro que se pasaban años con esta tarea!

Más adelante, multitud de civilizaciones se unieron al envío de mensajes: los grecorromanos en la Roma de Augusto, los quechuas en Sudamérica o Confucio en China en el 900 a.C. Por aquel entonces, los mensajeros eran personas cuyo oficio consistía en llevar la correspondencia de las epístolas a pie o a caballo. Cobraban por distancia y por la importancia de la misiva.

Otros métodos de transporte de mensajería y paquetería fueron los trineos de perros, mulas, cohetes, globos, submarinos o hasta palomas mensajeras. Estas últimas son muy buenas transportistas porque son capaces de orientarse y localizar su nido aunque estén a kilómetros de distancia, por lo que se les ataba el mensaje a la pata. Ya en el siglo XIX, con la aparición del ferrocarril, y más tarde, el vehículo, empezó a funcionar la mensajería urgente.

En Mensajería Barny nos gusta recordar de dónde venimos para imaginar hacia dónde vamos. Actualmente, tenemos el mejor servicio de paquetes y mensajes urgentes, pero nuestro afán de servicio y compromiso con nuestro trabajo nos empuja a la mejora continua.